proyecto Anifog
Poblaciones animales ante incendios forestales y manejo postincendio
Objetivos
Resiliencia de la cigarra común Cicada orni
Las cigarras comunes Cicada orni son animales básicamente subterráneos. Viven en los pinares mediterráneos y, tras una breve fase adulta aérea, se reproducen y mueren. Tras eclosionar, las pequeñas ninfas no tardaran en enterrarse para alimentarse de la sabia de las raíces de los árboles y arbustos durante algunos años (entre 2 y 7 años, parece ser). Durante este tiempo puede ocurrir un incendio forestal y, con ello, la población de cigarras podría desaparecer. Sin embargo, para algunas ninfas esto ocurre ya avanzada la etapa juvenil subterránea y, sorprendentemente, son capaces de completarla y emerger del suelo. Sin embargo, el lugar donde nacieron se habrá transformado completamente, siendo ahora un bosque quemado y posiblemente cortado. Su supervivencia subterránea habrá servido de poco si mueren en el nuevo hábitat sin antes reproducirse.
Con estos antecedentes, el proyecto Anifog pretende responder a las siguientes cuestiones:
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¿Cómo y en qué magnitud sobreviven las poblaciones de ninfas subterráneas al fuego y a la tala del pinar?
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¿Puede una cigarra adulta sobrevivir a la depredación en un hábitat tan transformado?
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¿Siendo animales que se dispersan distancias cortas, serán capaces de volar y reproducirse en los pinares vivos de los alrededores del área quemada?
Aridez y recuperación de aves de matorral
Las aves paseriformes del estrato arbustivo responden de forma precisa y predecible a los cambios en la estructura de la vegetación. Participan, además, de servicios ecosistémicos importantes como la dispersión de semillas o la regulación de las poblaciones de insectos. Por ello, creemos que son un buen modelo para estudiar la respuesta del ecosistema a los incendios y a los aprovechamientos forestales posteriores. Por otro lado, las predicciones de cambio climático para la Cuenca Mediterránea preveen condiciones de creciente aridez. En este caso la capacidad de regeneración de la vegetación y, por tanto, de recuperación de las poblaciones de estas aves puede verse comprometida. Se prevee que el vigor del regenerado disminuya y que los procesos de colonización de estas aves sean más lentos y difíciles.
Utilizando una gran base de datos sobre incendios y aves, que incluye variables de hábitats y de su gestión en Catalunya, estamos explorando estas posibilidades. Se trata de un trabajo realizado en colaboración con Lluís Brotons del CTFC-CREAF.
Recolonización por roedores y su interacción con las semillas
Los roedores tienen un papel ecológico fundamental en ecosistemas mediterráneos. Son presa de multitud de vertebrados, al tiempo que interaccionan fuertemente con la vegetación, a través de la depredación y dispersión de semillas. De otro lado, su actividad subterránea permite que parte de la población sobreviva al incendio y a la tala, aunque dependan de la producción del ecosistema en regeneración para alimentarse. Los patrones de recolonización de las zonas quemadas por parte de roedores dependen de dos procesos fundamentales: la inmigración desde hábitats no quemados y la supervivencia en refugios internos en el área quemada. La predominancia de uno u otro mecanismo y la magnitud de la interacción de roedores y semillas serán tareas principales de este objetivo de investigación.
Por otra parte, la tala del bosque quemado genera una segunda perturbación que afecta a los roedores poco tiempo después del incendio. La forma como se gestione el aprovechamiento de la madera y, en concreto, el apilamiento in situ de ramas puede condicionar la abundancia y actividad de unos animales que necesitan una elevada cobertura como protección ante los depredadores. Estos efectos se evalúan en cuatro bosques quemados y gestionados en Catalunya.
Buenas prácticas de gestión forestal postincendio
La magnitud e intensidad de las recientes prácticas forestales postincendio no tiene precedente en nuestro país. Grandes y continuas extensiones de bosque quemado se someten a aprovechamiento por árbol entero, utilizando maquinaria pesada y dejando poca o ninguna biomasa in situ. Los impactos ecológicos estas prácticas son notables. Hacer compatible el uso de la madera quemada con la conservación de la biodiversidad es un reto que demanda trabajar a distintos niveles. La recopilación de información científica y técnica, el diálogo con los actores principales y la elaboración de recomendaciones prácticas son etapas fundamentales. Nuestro equipo está plenamente comprometido con estos objetivos, que se materializarán en la elaboración de las fichas de buenas prácticas de gestión forestal postincendio. Una vez revisadas y debatidas con los agentes implicados las fichas se harán públicas.